Y apagué la cámara y me quedé ahí
preguntándome cuántas veces lo harían ellos. Cuántas veces se apoyarían en esa
misma barandilla, mirando el mismo puerto, con las torres de ese mastodonte llamado Liver Building a
la espalda y pensando en el futuro. ¿Llegaré a alguna parte? (Quiero que Mary
esté orgullosa) ¿Llegaremos a alguna parte? (Quiero que Julia esté orgullosa). Quizá, exactamente en ese mismo sitio, hace más de cincuenta años, un
teddy boy enfadado con el mundo y que ni siquiera sabía afinar una guitarra soñó con ser como Elvis. El agua gris, el
puerto gris, el cielo gris. Y el mismo viento.
“Before Elvis, there was nothing.” Después llegasteis vosotros.
Es y a la vez no es el mismo
viento, la misma agua; la barandilla habrá sido pintada decenas de
veces, capas y capas de pintura, capas y capas de historias en una ciudad que es pero no es la misma, los edificios rojos con ventanas
nuevas, el valiente pero indeleble recuerdo de la guerra, los barcos, música en húmedas calles de neón. Maggie Mae, Mendips, Penny
Lane, Strawberry Field, Matthew Street, now
they know how many holes it takes to fill the Albert Hall…
El pasado y el presente se tocan a veces con la punta de los dedos, y caminas entre fantasmas de lo que no has vivido y nunca vivirás. Las risas y la música y el calor y el color que solo conocemos en blanco y negro.
No importa lo mucho que Liverpool cambie ni lo mucho que yo o el resto de millones de personas a las que, con las primeras notas, nos vibra el corazón, cambiemos. Ellos siempre van a ser los mismos, que es al mismo tiempo lo más triste y bonito de un sueño que ha terminado -pero que no terminará nunca. Cuatro chavales que pusieron el mundo patas arriba.
No importa lo mucho que Liverpool cambie ni lo mucho que yo o el resto de millones de personas a las que, con las primeras notas, nos vibra el corazón, cambiemos. Ellos siempre van a ser los mismos, que es al mismo tiempo lo más triste y bonito de un sueño que ha terminado -pero que no terminará nunca. Cuatro chavales que pusieron el mundo patas arriba.

No hay comentarios:
Publicar un comentario