miércoles, 28 de noviembre de 2012

El espejo.


Cierro los ojos y el aire es  tan cálido que sonrío sin querer, primero con la boca cerrada, después enseñando todos los dientes hasta que me duele la cara. Me estiro en la toalla y me río, y mi risa es cálida como el aire y lo hace vibrar. Vuelvo a abrir los ojos y veo un cielo sin luna ni estrellas, pantalones cortos y rodillas manchadas de hierba. Un mechón de pelo, una mejilla pecosa. El aire me abraza, y por un momento me siento un poco menos sola.

*

Cierro los ojos y el aire es tan frío que me lagrimean los ojos mientras pienso en ti, y en mí sin ti, y en toda la tierra y el mar que nos separa. Me encojo dentro del abrigo y el viento me agrieta la piel y la luna llena brilla entre las nubes en un cielo sin estrellas. Puedo imaginarte tumbada en el campo, y tu sonrisa y tus rodillas manchadas de hierba y como escuchas las cigarras chirriando a tu alrededor y piensas en escribir sobre ellas y sobre tus amigos y sobre las voces que se pierden en el verano que no termina nunca. Y sé que no lo escribirás, y querrás escribir sobre el pánico a las páginas en blanco y seguirás sin hacerlo. Estos edificios son más viejos de lo que yo seré nunca y me da miedo que se me congelen las manos si las saco de los bolsillos y te echo de menos.

*

El aire es tan cálido que casi puedo tocarlo, montarme en él y atravesar el país, el mar, y después hacia el norte, hacia el páramo, las colinas, los castillos. Volver a oír tu voz, esa voz ronca que me recuerda a café, tabaco y una fiesta con amigos mientras fuera cae la nieve. Volver a oír tu voz. Volver a oír tu voz. En momentos como este dejaría el calor y el color del verano solo por volver a oír tu voz.

*

Es difícil encender un cigarro cuando el viento sopla como sopla esta noche. Me preocupo porque pienso que ya casi no me acuerdo de tu cara. Sí de tus ojos, sí de tu pelo, de tus labios. Pero cuando intento unirlo todo desapareces y no oigo más que el viento de esta noche y no veo nada más que las sombras en los callejones a la luz de las farolas.

*

Todo es como debe ser: infinito, llano, honesto, dorado y marrón. Las calles son como un tablero de ajedrez y solo dejas de verlas cuando se pierden en el horizonte. ¿Seguirás teniendo las manos tan ásperas?

*

Hay curvas, y hay cuestas, y hay rincones ocultos de un verde aún más oscuro. Hay niebla y lluvia, y hay árboles que forman túneles sobre los caminos. ¿Seguirás queriendo estar en otra parte, como has hecho toda la vida?

*

Ojalá pudieras ver la carretera. Es infinita y ardiente, como todo lo que hay aquí. Es infinita. Hay cactus y tierra roja y nos lanzamos con el coche hacia el atardecer, porque es el único destino posible, el mismo que se ha perseguido en esta tierra desde el principio. Y la carretera es infinita.

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Eres todo lo que no soy.

*

Echarte de menos es echarme de menos.

2 comentarios:

  1. "Puedo imaginarte tumbada en el campo, y tu sonrisa y tus rodillas manchadas de hierba y como escuchas las cigarras chirriando a tu alrededor y piensas en escribir sobre ellas y sobre tus amigos y sobre las voces que se pierden en el verano que no termina nunca. Y sé que no lo escribirás, y querrás escribir sobre el pánico a las páginas en blanco y seguirás sin hacerlo."

    ME ENCANTA *sobs*.
    Siempre que termino de leerte me quedo con una sensación como de soledad muy triste, jo ;_;

    Por cierrrto, ¿qué pasa con Flatland, perra? ò.ó <333

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    1. Me encanta que te encante, y que te quedes con esa sensación porque esa es la idea xD
      Flatland llegará cuando tenga que llegar -si llega- pero me emociona que te interese <3

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