miércoles, 28 de noviembre de 2012
El espejo.
lunes, 23 de julio de 2012
Flatland (Brian)
“I looked at the stars, and considered how awful it would be for a man to turn his face up to them as he froze to death, and see no help or pity in all the glittering multitude.” ― Charles Dickens
Al llegar a casa después del funeral se dejó caer a plomo en la cama, boca arriba. Intentó mover el brazo para desabrocharse la camisa, pero su cuerpo no respondía. Brian no se encuentra disponible. Por favor, deje su mensaje después de la señal. ¿Qué estaba…? Los recuerdos iban y venían atropelladamente, como el mar estrellándose contra las rocas una y otra vez.
jueves, 28 de junio de 2012
lunes, 25 de junio de 2012
Flatland (Rory)
domingo, 17 de junio de 2012
Lo antiguo, lo triste, lo auténtico.
lunes, 7 de mayo de 2012
Flatland (A y B)
viernes, 6 de abril de 2012
Polaroid.

Y tu melena roja como el fuego intentando seguirte el paso mientras corrías.
Y tu corazón rojo como el fuego, ardiendo y esperando bajo tu piel y tu sonrisa.
jueves, 22 de marzo de 2012
Flatland (Rick y Darla)
martes, 20 de marzo de 2012
Fragmentos.
Me acuerdo de los veranos en el Coto. ¿Cuántos tenía? ¿Ocho, nueve, diez años?
Me acuerdo de los chicles de miel, de los desayunos, del invernadero; me acuerdo de las cabañas de madera, de la 8 y la 8 bis, y de que todos queríamos la de la piscina porque era grande e importante y porque estaba lejos de la de los monitores. Me acuerdo del observatorio, de la gimnasia matutina, de los herbarios, de los osos que jugaban en la bañera, del taller de velas, de las duchas, de que nunca me apetecía ir a la piscina porque había poca hierba y era áspera, y porque no me gustaba estar en bañador.
Me acuerdo del spray anti mosquitos, de las medallas, del día en que se escapó un ciervo y nos lo encontramos en medio de la plaza, mirándonos con ojos redondos. Y del Aula Magna, de cuando vinieron los malabaristas, de las canciones que teníamos que aprendernos para el último día. “Estamos en el coto escolar, porque León mola cantidad. Si quieres divertirte ven aquí…”, y siempre había alguien que decía “coto” cuando solo tocaba dar palmadas, porque en el fondo quedaba mejor decirlo dos veces… Sigo revisando esos veranos, y me acuerdo de cómo la gente empezó a cambiar, de cómo a las niñas les entraba la risa tonta e iban a hablar con los chicos y a mandarles cartitas, y de las veladas, y de que siempre he odiado y odiaré salir a hacer el ridículo delante de un montón de extraños. Pero otras noches, las buenas noches, cantábamos y mirábamos las estrellas. Me acuerdo de que aún éramos una generación sin móvil y nos llamaban por megafonía para hablar con nuestros padres por teléfono, del día del fuego de campamento, de “Quiero ser bombero”, de aquella noche en la que casi no podía respirar, de la primera vez que me callé durante una discusión y le di la razón a un adulto aunque se equivocaba, porque sabía que no me iba a escuchar. Los niños no hacen eso, y me di cuenta y pensé “vaya…”, y me pregunto si eso fue el principio de algo, y por qué a veces sentimos que es mejor morderse la lengua.
Me acuerdo del día que llegaban los padres, de la bandera, de las actuaciones, del intercambio de números de teléfono aunque nunca, nunca nos llamábamos. De los caballos, de cuando hicimos pan. De cómo cinco días parecían semanas y de que pasa el tiempo y he vivido y no vivido tantas cosas pero no puedo volver atrás a por ellas. Me acuerdo de Alba, con el pelo más corto, con el mismo corazón.
viernes, 16 de marzo de 2012
A Thursday in the life
Me encantas, eres tan mordaz. He fracasado totalmente contigo. Ya sé que a ti te da igual todo. Eres la mejor. Esto parece un psiquiátrico. Vamos a sacar los trapos sucios de Alba... porque eres la chica misteriosa. Me parece muy mal que no te emborraches. Es mi puto sueño. ¿Cómo son los canis ingleses? Casi lloro leyendo tu blog. Soy tú. Te voy a echar mucho de menos. Tía, pues vete a vivir a Inglaterra. No sé qué hacer con mi vida, no sé que hago estudiando algo que no me gusta. Alba es un nombre fácil de pronunciar cuando estás borracho. Me gusta tu cazadora, es muy redonda. Mira qué normal estás, eres lo peor. La gente solo se emborracha porque es la única manera de ser honestos consigo mismos. ¿Por qué eres la única que mantiene la dignidad? Me caes muy bien, pero no de puta madre. Venga, uno de absenta negra. Pues haz algo de borracho si tienes cojones. Necesito saber por qué. Vamos a bailar como Pocoyó. Lo único importante en esta vida es ser feliz.
(Cosas que me han dicho el jueves por la noche.)








